lunes, 27 de abril de 2020

El Coronavirus es político

Ahora andan diciendo muchos políticos que este, el de Pandemia, no es un momento de discusiones y de pulsos políticos. Y en muchas ocasiones anteriores, los mismos políticos decían que no se debe politizar esto y lo otro. Cuando dicen que no se debe politizar un asunto o un tema, parecen diciendo que no se debe contagiar de alguna venérea o algo por el estilo. A ellos mismos les da vergüenza y asco su labor y tienen razón porque la concepción que impera de la política en nuestro imaginario es deleznable.

Vale decir que esa concepción pesimista, ventajosa y desconfiada de la política, no es solo culpa de los políticos, es responsabilidad también de los gobernados, del Pueblo, que les permitimos ser como son y actuar como actúan. Nosotros tendríamos toda la posibilidad de llamarlos al orden y a la decencia y no lo hacemos.

La respuesta de los gobiernos y de los políticos al Coronavirus es eminentemente política. Cuando Claudia López discute con Iván Duque sobre este asunto, están sosteniendo una discusión política. Que los dioses nos libren de que esas sean discusiones solo técnicas, solo tecnocráticas, solo basadas en datos y evidencia que parecen una nueva religión. Claudia parte desde una posición más humanista y Duque desde una que propugna más por la eficiencia. Esa es la discusión y la están dando tras bambalinas y de frente a la opinión pública. Ojalá siga la discusión política sobre la forma de enfrentar el Coronavirus.

Hace poco leí una opinión de Andrés Mejía Vergnaud, que me parece relevante:

Yo veo la tensión Claudia López - Iván Duque como una tensión productiva. No todas las relaciones productivas tienen que ser cordiales ni de consenso. Por el contrario, en la tensión del desacuerdo se generan soluciones y se evita la trampa del error individual. ¿Es una rivalidad? Seguramente. Muchas cosas buenas salen de las tensiones entre rivales. Solo se requiere que tengan un horizonte común (ni siquiera tienen que coincidir en todos los objetivos concretos). ¿Puede dañarse? Claro. Cuando se vuelva más importante tener la razón (y exhibir eso públicamente) que resolver los problemas. Todo se vuelve recriminación, y la prioridad es mostrar que uno le ganó al otro. Esperemos que no suceda.”
    
También me acordé de esta frase mientras escribía:

“El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa
de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio
del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los
remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan
burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política.
No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor
abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto,
mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”

Bertolt Brecht

¡Bienvenidas las discusiones políticas sobre el Coronavirus y sobe todo lo que tenga que ver con la suerte de los pueblos!

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