sábado, 26 de octubre de 2013

Aprendiendo de todos los animales


Es la última semana en esta granja porque el jueves próximo nos vamos para Jerusalén y luego llegaremos a nuestra próxima granja en el sur de Israel.

El aprendizaje acá  ha sido maravilloso. Los animales me han dado muchas herramientas para trabajar con humanos y trabajar con humanos me sigue sorprendiendo; por ejemplo, pudimos presenciar el síndrome de abstinencia a la cafeína de una persona que debe estar pasando por diversos procesos y pese a lo incómodo que es estar cerca de alguien en esa situación, es un espejo para aprender que sustancias como el café pueden ser adictivas cuando se consumen en exceso.



Conversando seriamente con una cabra

Recogiendo huevos


Regañando a una cabra


 Llamando a los perros a comer


 Ayudando a cortarle un cuerno a un macho


 Camilo, Camila, Zach (EUA), Amnon, Kathi (Alemania), Roie (EUA) Carolina (Brasil). 
Salvo la primera, todas la fotos son de Carolina.


 Dalia en su cocina



Una mujer hermosa pintando



                                                                                         



miércoles, 23 de octubre de 2013

Angeles


Hasta ahora, hemos estado cuidados por ángeles que van apareciendo para demostrarnos que nunca estamos solos en “este viaje”.  Cada vez nos alejamos más de nuestros dominios conocidos y nos seguimos adentrando en lugares donde nos cuesta más descifrar las dinámicas pero con un poco de intuición, confianza y buena onda, las vamos capoteando exitosamente.

La noche del lunes 21 de octubre volvimos a nuestro actual hogar luego de tres días de descanso precedidos por nueve de trabajo, y sentí algo similar a lo que me pasaba cuando llegábamos a nuestro apartamento en Bogotá después de unos días fuera. Como un sentimiento de alegría de estar en “tierra firme” o algo así.

Y digo que en el camino hay ángeles porque esa noche nos encontramos con dos o tres en la carretera que nos ayudaron a llegar hasta acá. En Córcega fue Fred Santarnechi, en Niza Orwyn Avallon; gente que no tienen ninguna obligación con nosotros y que nos trataron como a viejos amigos y nos recibieron en sus hogares muy amorosamente.

Igualmente, en Paris nos recibió Marion Decker por varios días y nos trató como si fuéramos sus hijos. Nunca vamos a olvidar esos días amorosos en Suresnes con ella, su familia y sus amigos. Valga decir que Marion es la Mamá de Raphael, un amigo que vive en Bogotá y que con su visión francesa escribe sobre Colombia en su blog: http://parisblogota.com

En la casa de Marion con su hija Aurelia

Acá en Israel hemos estado bendecidos por el apoyo de Maya Mishan, quien con toda su familia, se ha puesto a nuestro servicio de una manera tan amplia y sincera que, junto con todos los otros ángeles, nos deja una lección sobre como tratar a los visitantes cuando somos locales.


 Con Maya en Nazareth


 Con toda la Familia de Maya en la casa de sus papás y con toda la familia


 Con Amos, hermano de Maya, quien nos invitó a dormir en su apartamento en Haifa. Fue muy chévere compartir con Hila, su esposa y con Yoad, otro hermano de Maya que es un gran anfitrión de Haifa

Pero esta lista puede seguirse ampliando así como el agradecimiento a todas las personas que nos han apoyado en este viaje, a nuestra familia, nuestros amigos y toda la gente que nos regala una palabra de aliento de vez en cuando.

A todos: gracias, ¡Muchas gracias! … 

domingo, 13 de octubre de 2013

Las cabras en el viento


Hoy domingo 13 de octubre de 2013 me desperté antes de las 6:30, me puse la ropa de trabajo que he usado en los últimos días y fui a la cocina para preparar te y café. Nos sentamos a la mesa Camila, Katy, una alemana voluntaria, y Dalia que con Amnon, su esposo, son los anfitriones de “Las cabras en el viento” la nueva granja donde estamos desde el 9 de octubre.




Luego de compartir un rato, mas en silencio que hablando, empecé a ejecutar mi nueva responsabilidad que consiste en alimentar a los animales. Hay 170 cabras adultas, como 50 cabras jóvenes que están en otro corral, como 40 ovejas, tres caballos, dos burros, ocho vacas, gallinas, dos pavos, seis perros pastores gigantes y tres perros pastores cachorros.

Hay que tener mucho cuidado con la cantidad de grano que se les da porque una sobredosis les puede hacer mucho daño; también comen heno, alfalfa y hay que estar siempre muy pendiente del agua. Los perros comen concentrado. A los cachorros, además, les preparo leche y hay que alimentarlos tres veces al día.

Es un trabajo exigente en todos los sentidos porque el heno y la alfalfa son pesados y hay que recorrer la granja para poner la comida en los lugares adecuados. Adicionalmente hay que estar atento al comportamiento de los animales y actuar rápido ante los imprevistos para que los problemas no crezcan.

En medio de mi labor de la mañana suena un gong o una campana que avisa que el desayuno estaba servido. En la mesa estábamos los mismos y Amnon quien había dormido un poco más porque anoche estuvo preparando queso hasta esta mañana en la cabecera de Yodfat donde estoy ahora en Internet y escribiendo esta entrada.

El desayuno es muy generoso y creo que es de las mejores comidas que he probado en mi vida. Dalia cocina de una forma asombrosa, muy sencillo pero es tan atractivo lo que hace que el restaurante no deja de recibir clientes casi ningún día. Los quesos de cabra son el centro de la alimentación que ahora recibimos.

En un rato vamos a volver a la finca para seguir trabajando, Camila en sus responsabilidades de mesera y apoyo para Dalia en el restaurante y en otras labores y yo tengo que preparar unas diez bolsas grandes de heno que voy a darle a los animales esta tarde junto con una segunda ración de grano para algunos. Para los perros adultos habrá comida al final de la tarde cuando traigan las cabras a su lugar de pernoctación y procreación porque los machos las acompañan toda la noche.
Más tarde sonará el gong para un almuerzo austero y en la noche volverá a sonar el gong para la comida que es muy generosa y no menos rica. En todas las comidas se conversa pausadamente pero poco a poco vamos conociéndonos y me siento muy contento de lo que está pasando acá.

Es posible que estemos en este lugar por una o dos semanas más, o de pronto más tiempo, pero puedo decir que hasta ahora he disfrutado mucho de mi trabajo, de las comidas que prepara Dalia, de la compañía de mi amada Esposa y de todo lo que rodea este mágico lugar. 

martes, 8 de octubre de 2013

Barba

Con barba en Estambul


Sin barba en Tel Aviv

domingo, 6 de octubre de 2013

Bienvenidos a Israel



+/- 22:45, octubre 5 de 2013, Aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv

Agente de Inmigración de Israel (AII): ¿Cuál es el motivo del viaje?
Nosotros (N): Turismo
AII: ¿Dónde van a estar?
N: En Tel Aviv por 4 noches y luego en Galilea por un mes, aproximadamente
AII: ¿Cuándo se van de Israel?
N: No sabemos con exactitud … venimos de pasar cuatro noches en Estambul y antes estuvimos en Europa por tres meses, una semana en Italia y el resto en Francia.
AII: ¡¿No tienen un trabajo?!
N: si, yo (Camilo) trabajaba para el Gobierno de Colombia en el Ministerio de TIC, en asuntos de apropiación de Internet y yo (Camila) soy diseñadora gráfica independiente.
AII: ¿Dónde se van a quedar en Tel Aviv?
N: Donde una amiga mía (Camila) que conocí 10 años atrás viajando por México

El AII toma el teléfono que está en la pared de su cubículo y dice algo en hebreo donde sólo entendí algo con Colombia, vuelve a revisar su computador, mira los pasaportes nuevamente y vuelve a tomar el teléfono, cuelga y nos mira.

AII: Esto va a tardar unos minutos, por favor acompáñenme. Vayan a esa sala de espera y tomen asiento … unos minutos por favor.

El AII se lleva nuestros pasaportes y mientras tanto esperamos en una sala con televisor y unas veinte sillas de aeropuerto. Había una mujer uniformada con paño oscuro a la entrada, creo que nos miraba auscultante, y adentro había dos mujeres esperando, una asiática de mediana edad y una joven de unos 20 años.

Inmediatamente llega un oficial no uniformado de aproximadamente 30 años, entre sonriente y serio saluda, nos saca de la sala y en el paso de la gente, se identifica como Policía de Israel y nos informa que vamos a ser sometidos a un procedimiento de rutina que va a tomar unos minutos.

El Policía nos hace más preguntas ahí parados, le repetimos lo que le habíamos dicho al AII y le contamos que no estamos seguros cuando nos iremos de Israel, que no sabemos para donde vamos después, que hemos pensado en ir a Sri Lanka … Le decimos que estamos viajando alrededor del mundo y que creemos que el viaje puede durar un año más o algo así.

Amablemente nos explica que vamos a ir a tomar las maletas de la zona de equipaje y luego las vamos a llevar a una oficina para revisarlas en un control de drogas. También nos informa que, en caso que no encuentre nada, volveremos a esa misma área y nos devolverán nuestros pasaportes.

En la oficina de revisión de las maletas nos ofreció agua y café, el Policía empezó a revisar las maletas con guantes quirúrgicos y lo primero que tomó fue la libreta donde teníamos el teléfono de Maya. Le confirmamos el número y la llamó. El oficial sonrío varias veces durante la llamada.

Al colgar siguió revisando el morral, la cartera y las dos maletas. Se sentó y empezó a llenar los informes,  pero ante nuestras caras de no se que (indignación, rabia, incomodidad, tristeza, esperanza, decepción, comprensión …) nos explicó que Israel tiene muchos enemigos y que, por otro lado, muchas personas de Sur América, de todo el mundo y los mismos israelitas, tratan de entrar droga. Agradecimos la explicación y firmamos sin leer porque estaba en hebreo, aunque nos explicó lo que estábamos firmando.

Volvimos a la zona de los cubículos de inmigración, recibimos nuestros pasaportes, nos despedimos amablemente del Policía y hasta le agradecimos. Finalmente salimos a encontrarnos con Maya que nos dio la bienvenida con una sonrisota y sendos abrazos.