viernes, 17 de enero de 2020

La gente del Sur

Por estos días no puedo dejar de pensar en lo que las personas implicamos cuando comentamos sobre “la gente”. Hay varias manifestaciones llamativas; una es el que hay detrás de la situación en la que, por ejemplo, alguien encuentra basura tirada en la calle o encuentra un baño público sucio, y dice algo como “es que la gente si es muy cochina”. Mi interpretación es que el emisor de esta sentencia no se incluye dentro de “la gente”. Algo más preciso sería, “es que la gente si somos muy cochinos”.

Otro escenario en el que se habla de “la gente”, lo veo en el gremio de los opinadores o los gobernantes que hablan de “la gente” como una masa poco hábil para ciertos asuntos intelectuales. Por ejemplo en programas radiales de opinión como Hora 20, los panelistas dicen frases como la siguiente: “la gente cree que subir el salario 20 puntos porcentuales sería muy bueno, pero no tienen conocimiento de que eso sería la debacle macroeconómica porque…” En este caso el opinador o el gobernante tampoco se incluye dentro de “la gente” porque él si entiende de macroeconomía y “la gente” no. Sin embargo casi todos los opinadores y los gobernantes querríamos que nuestra capacidad adquisitiva suba el 20% de un año a otro, así el salario mínimo solo suba el seis y el poder adquisitivo de estos asalariados, solo suba el tres.

El Sur, es otra generalización que me tiene obsesionado desde tiempo atrás y Nohra Puyana de Pastrana, logró avivar la llama de mi pensadera sobre este tema cuando se refirió a lo que hacía la anterior Alcaldía de Bogotá “al Sur”, con respecto a los parques (Ver a Nohra) para luego proponer que no quería que lo hicieran en el Parque El Japón. Hablar del Sur de Bogotá como un descriptor homogéneo es similar a la costumbre de hablar de África, de Asia… Ello lleva un grado de trivialización que devela mediocridad e ignorancia.