Dando clic en las palabras en negrilla se puede ahondar
Desde
que llegué de la Vuelta al Mundo y me establecí con mi familia en Santa Marta, he puesto a circular mi resumen
de trabajos y estudios porque voy a volver a trabajar a cambio de dinero. Debo
decir que me siento raro al llamarle "Hoja de Vida" a ese documento; tengo una sensibilidad
lingüística que no me deja pasar por encima de una palabra sublime como "vida".
Pareciera
que nos hemos acostumbrado a decirle así a ese compendio donde se relata sucintamente
nuestra trayectoria laboral y académica. Ese documento debe ser corto porque los contratantes aprecian la capacidad de síntesis.
Mi hoja de vida sería algo más allá del espacio y del tiempo, estaría llena de relatos esperanzadores sobre procesos maravillosos, complejos y retadores. En ella contaría toda suerte de aprendizajes
que no podría comprimir en una o dos páginas.
Acá
llega otra expresión que vuelve a poner en funcionamiento mi sistema de
detección de palabras usadas a la ligera. Obviamente estoy buscando oportunidades de ingresos pero ello es diferente a decir que voy
a "vivir" de un trabajo porque también vivo de aire, de agua, de comida,
de amor, de intuición, de consciencia y de tantos otros nutrientes.
Prefiero
llamarla hoja
a secas y en vez de decir que vivo de mi trabajo, prefiero afirmar que mis
ingresos han venido de diferentes fuentes y actividades. Por ejemplo, durante
dos años, antes de irme a darle la Vuelta al Mundo, lideré la formulación,
puesta en marcha y ejecución de la Redvolución,
un proyecto que acaba de ganar el Premio de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información 2014 en la categoría "El papel de los Gobiernos y los Aliados Nacionales en la Promoción de las TIC para el Desarrollo".
Pero
también puedo servir desde el coaching, entendido como un acompañamiento a
procesos transformacionales desde una coherencia de cuerpo, emoción y lenguaje. El coaching se trata de "hacernos cargo de las paradojas que actualmente la vida nos
ofrece (tecnología ilimitada, estrés laboral, pulsión consumista, desconfianza
con el entorno, resignación frente al futuro, entre otros)." [1]
Igualmente,
acá en Santa Marta, estoy liderando un proyecto
de emprendimiento social donde puedo servir desde mis recorridos,
conocimientos y experiencia en esas y otras áreas como el derecho, la política,
la negociación, la solución de conflictos, el aprendizaje, la comunicación, el
bricolaje, la organización de eventos y viajes... Todo eso me ha llevado a
crear una forma de hacer y de crear que se llama mundoround.
Seguiré
viviendo y encontrando la mejor manera de servir.