sábado, 15 de febrero de 2014

Todo pasa

Hace poco cumplí treinta y seis años y el día de mi cumpleaños pasé por diferentes estados de ánimo. Por ejemplo, sentí agradecimiento por toda la vida que me regalaron y que he vivido, incluso por los momentos que me parecieron odiosos; en un momento hice como una teoría según la cual tener treinta y cinco era chévere pero treinta y seis era como más cerca de los cuarenta y eso querría decir que me estaba envejeciendo, entonces visité la melancolía un rato. Finalmente el día se acabó y todo pasó.

Ese día me desperté en las montañas de Maui, en la finca de Stephanie y Peter que nos recibieron como wwoofeadores; con ellos estamos empezando a compartir intensamente, más con él porque se encarga del funcionamiento de este rancho mágico llamado Lualailua.

Foto de Camila
Peter con Elmer en la casa de Kihei

Después del desayuno nos fuimos, con Camila y Peter, para Kihei. Si se quisiera hacer una trivialización de su descripción, dicen que es un pequeño Waikiki. Yo puedo decir que la casa de esta pareja, cerca de la playa es otra bendición más que nos trae esta Vuelta al Mundo. Al finalizar el día estuvimos en un malecón viendo el atardecer con la suerte de oír tocar a un guitarrista mientras terminaba de caer el sol. Asumí ese momento como un regalo más.


Luego de la comida fuimos con Camila a un bar cerca de la playa para terminar de celebrar. Finalmente el día se acabó y todo pasó.

Esta es la entrada al taller donde queda nuestro cuarto.
Este es el taller y al fondo, en las puertas de vidrio, está nuestro cuarto que en realidad es un contenedor muy bien acondicionado como habitación. 
Nuestro baño

Nuestra ducha
Nuestra cocineta
Cuando digo "nuestro" y "nuestra" es sólo una forma de hablar porque nada es nuestro, todo es prestado ...

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