Hace poco cumplí treinta y seis años y el día de mi
cumpleaños pasé por diferentes estados de ánimo. Por ejemplo, sentí agradecimiento por toda
la vida que me regalaron y que he vivido, incluso por los momentos que me parecieron odiosos; en un momento hice como una teoría según la cual tener treinta y cinco
era chévere pero treinta y seis era como más cerca de los cuarenta y eso
querría decir que me estaba envejeciendo, entonces visité la melancolía un
rato. Finalmente el día se acabó y todo pasó.
Ese día me desperté en las montañas de Maui, en la finca de Stephanie y Peter que nos recibieron como wwoofeadores; con ellos estamos
empezando a compartir intensamente, más con él porque se encarga del
funcionamiento de este rancho mágico llamado Lualailua.
Foto de Camila
Peter con Elmer en la casa de Kihei |
Después del desayuno nos fuimos, con Camila y Peter, para Kihei.
Si se quisiera hacer una trivialización de su descripción, dicen que es un
pequeño Waikiki. Yo puedo decir que la casa de esta pareja, cerca de la playa
es otra bendición más que nos trae esta Vuelta al Mundo. Al finalizar el día
estuvimos en un malecón viendo el atardecer con la suerte de oír tocar a un guitarrista
mientras terminaba de caer el sol. Asumí ese momento como un regalo más.
Luego de la comida fuimos con Camila a un bar cerca de la
playa para terminar de celebrar. Finalmente el día se
acabó y todo pasó.
Esta es la entrada al taller donde queda nuestro cuarto. |
Este es el taller y al fondo, en las puertas de vidrio, está nuestro cuarto que en realidad es un contenedor muy bien acondicionado como habitación. |
Nuestro baño |
Nuestra ducha |
Nuestra cocineta |
Cuando digo "nuestro" y "nuestra" es sólo una forma de hablar porque nada es nuestro, todo es prestado ...
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