martes, 20 de septiembre de 2022

Mi posición (trivializada), quinta versión

Después de la emigración de mi familia original desde una ciudad intermedia del Viejo Caldas, nací en la ciudad capital de mi país y he vivido casi toda mi vida allí, aunque ahora vivo en un municipio pequeño y gentrificado. Al nacer, la situación económica de mi familia era retadora pero no me acuerdo de ello; mis recuerdos son de suficiencia y hasta de opulencia. En Bogotá viví en estratos 5 y 6 de las localidades de Usaquén y Chapinero. Asistí a un colegio privado, estudié en dos de las mejores universidades privadas de Colombia hasta conseguir dos posgrados, uno de ellos como magíster. Soy latino, no soy gordo aunque lo fui por más de 20 años, estoy casado con una mujer flaca, latina que también tiene un magíster y tenemos una relación heterosexual. Tenemos un hijo y vivimos los tres juntos. Nunca hemos pasado hambre o sed extremos o estructurales y siempre hemos tenido techo. Tenemos medicina prepagada, no tenemos deudas y estamos conformes con nuestros ingresos. No tengo propiedad de bienes inmuebles y tenemos un carro familiar de gama baja. No tenemos ninguna discapacidad. Las dos personas adultas de esta familia tenemos más de 40 años. Pertenecemos a un contexto católico. Soy ateo y creo que la realidad está llena de misterio y de inexplicables. Nunca he estado técnicamente desempleado. Profesionalmente me he desempeñado como asesor y consultor. Mi idioma nativo es el español, tengo un inglés avanzado y comprendo algo mínimo de francés y portugués. He lidiado con enfermedades mentales desde mi posadolescencia; están en remisión desde hace varios años; ya no habito mi existencia desde esas patologías. Mi inclinación política ha venido moviéndose en las últimas tres décadas y en la actualidad coincido con el pensamiento de izquierdas.



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