lunes, 5 de julio de 2021

Lo que le quiero dejar a Cristóbal y lo que le estoy dejando

 Las dos son lo mismo. No hay algo que le quiera dejar en el futuro que no le esté entregando ahora mismo.


Le quiero dejar el convencimiento de que nadie es mejor que otra persona. Que todas somos iguales ante el destino y que no hay razones para sentirse superior o inferior a nadie. Quiero que aprenda que las personas no se pueden comprar, que con las personas no se debe jugar como si fueran las fichas de mi tablero. De igual modo quiero que aprenda que las cosas tampoco son como la escenografía de su película. Las cosas están compuestas por mucho de lo que nos rodea, por el aire, las plantas, las piedras, las montañas, los arcoíris, sus juguetes, sus materiales. Los animales son algo parecido a una persona y respetarles es respetarse a sí mismo.


Quiero que Cristóbal aprenda a hacer sus cosas con sus propios medios y que sepa pedir ayuda cuando sea preciso. Me gustaría que Cristóbal se sienta seguro y suficiente para vivir, para convivir con todas las personas y cosas que lo rodeen. Quiero que Cristóbal aprenda a usar sus manos, su cuerpo y su inteligencia para proveerse lo mejor que él decida. Me gustaría que él comparta lo que tiene, sus dones, sus regalos, para que disfrute más sus privilegios. Quiero que Cristóbal tenga claro que nació en un contexto privilegiado y compartir será su mejor opción.


Quiero que Cristóbal aprenda a ser crítico con lo que aprende, con lo que le enseñamos los adultos, con lo que escucha en la televisión o con lo que recibe por absorción cultural. Quiero que sepa leer de corrido y use los lenguajes para comprender y ayudar a que los demás comprendamos. Me encantaría que él le encuentre gusto a los números y que desarrolle un pensamiento matemático y lógico que ponga a su servicio y al de los demás.


Intento enseñarle a Cristóbal que puede sentir, sensaciones y sentimientos. El dolor es legítimo y la ira también. No es correcto llevarse por delante a las demás personas porque tenga dolor o ira. Mis sensaciones o mis sentimientos no me dan el derecho de cosificar a los demás y hacerles pagar por mi sufrimiento.


Me encanta que Cristóbal disfruta muchas de las cosas que hace y quiero que tenga un mayor gozo en el aprendizaje. Me encantaría que tomara con mayor ligereza sus desaciertos y que su paciencia se incrementara al aprender.


Me gustaría dejarle a Cristóbal, la imagen de un papá que aceptaba sus errores, como la ira desmedida y el miedo irracional, así como las reacciones exageradas que se derivan de ellas dos. Quiero que vea mi evolución en este tema y que sepa que no existe algo como estar muy viejo para aprender o para evolucionar.


Finalmente me gusta enseñarle a Cristóbal que se pueden respetar las decisiones de las demás personas, en todos los temas y que respetaremos las de él. No debe haber razones arbitrarias para reprochar las decisiones legítimas de los demás ni las propias. Si él quisiera reprochar algo con irracionalidad, debe auscultarse profundamente y encontrar la motivación de sus radicalidades.          


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