martes, 9 de julio de 2024

Barichara, el pueblito más bonito, lleno de poposito de perrito

En el casco urbano de Barichara y en Guane, todos los días y a todas horas se ve popó de perro en sus calles, andenes, parques, zonas verdes, campos deportivos y hasta en el coliseo que queda al lado de la piscina municipal. La semana pasada fui a jugar fútbol allá con mi hijo y había dos exponentes de consideración en una zona en la que no deberían entrar mascotas y menos desatendidas. Hacer deporte en esas condiciones es desagradable.

Mi observación empírica indica que una parte significativa de las personas que tienen perros, les abren la puerta de sus casas para que salgan a defecar en el espacio público y de esta manera toda la comunidad asuma las cargas que deberían ser exclusivas de quienes han decidido contar con el beneficio que les representa una mascota canina.



No conformes con lo anterior, hay personas que se les ocurre la grotesca idea de recoger el popó en bolsas y dejarlas por ahí tiradas, constituyendo así algo similar a una mina quiebra patas. ¡¿Por qué no se llevan la mierda de su mascota para su casa y la disponen como sea preciso?! La respuesta es sencilla, creen que la comunidad tiene que asumir sus cargas y ellas sus beneficios. 


La decisión de tener perros y mascotas es respetable y legítima al igual que la de no tenerlas. Lo fundamental es que si alguien decide disfrutarlas se debe encargar de atenderlas y de no cargar a la comunidad con las consecuencias de su beneficio emocional. 

Barichara es un lugar hermoso pero se ve opacado por la gran cantidad de popó animal derivado de las decisiones abusivas de los humanos que deciden tener perros y no atenderlos responsablemente. En resumen el mensaje que recibe la comunidad es "me cago en los demás".